Una forma de relajarnos muy particular

¡Hola a todos!, hoy os traemos una forma de relajarnos muy particular, porque os vamos a invitar a que conozcáis, y así se lo transmitáis a vuestros hijos e hijas, una sesión de relajación guiada desde el momento en el que entramos hasta que nos despedimos.

¿Estáis preparados? ¡Seguidnos!

  1. Para comenzar, vamos a poner música relajante, nos tumbamos preferiblemente en una superficie plana, lo más cómodo posible. A continuación, cerramos los ojos y respiramos muy despacito para comenzar a narrar esta historia con voz tenue.
  2. Vamos de camino al Gabinete, en el coche de papá o mamá, andando,… ¡ya vemos las palmeras! ¡Y la puerta rosa! Nos paramos en la puerta y llamamos al timbre. Esperamos…
  3. Abre Mari/Isa/Rocío (vosotros elegís) y nos dice ¡Hola! ¿Qué tal? Bajamos las escaleras, despacio, con cuidado y nos sentamos en el sofá. Tenemos que esperar un poquito, con calma, respirar. Unos niños entran, otros niños se van,… También hay personas mayores que tienen que esperar. Mari/Isa/Rocío lo está preparando todo para que te encuentres genial.
  4. (Un minuto de respiración y calma escuchando la música que tenemos puesta).
  5. ¡Mira! Es Mari/Isa/Rocío que nos vienen a avisar: ¡Vamos para adentro! Dile hasta luego a mamá/papá.
  6. ¡Por fin! Ya estamos en el aula, vamos a descansar, nos quitamos el abrigo o dejamos todo lo que nos pueda estorbar. Nos tumbamos en nuestra alfombra rosa, la que nos gusta para jugar, relajarnos, practicar, donde contamos nuestros secretos y aprendemos a respirar. Respira, respira tranquilo, como Mari/Isa/Rocío te ensañan, vamos a imaginar.
  7. Comenzamos respirando despacio, cogemos aire por la nariz y aguantamos un par de segundos, lo soltamos despacito por la boca.
  8. Vamos a subir los brazos y bajarlos con cada respiración: “Arriba los brazos, abajo los brazos’’, lo vamos a hacer diez veces, despacio, tranquilo,… contando y sin parar. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10.
  9. Seguimos respirando, tranquilamente, escuchando la música (aproximadamente 3 minutos).
  10. Vamos, ahora, a contar muy despacio: 1, 2, 3, 4 y 5. ¡Muy bien! Respiramos y volvemos a contar: 1, 2, 3, 4 y 5.
  11. Seguimos respirando despacio y volvemos a subir los brazos con cada respiración, 5 veces.
  12. Ahora vamos a escuchar la música, en silencio, tranquilos, contentos porque estamos con las personas que más queremos, en casa con la familia (papá, mamá, hermanos,…), seguimos respirando,… (Esperamos un minuto o dos).
  13. Vamos a abrir los ojos muy despacio (esperamos un minuto), nos sentamos muy despacio (esperamos un minuto), y nos ponemos de pie muy despacio…
  14. Ahora nos vamos con mamá o papá de nuevo, recogemos nuestras cosas y salimos del aula de la mano de Mari/Isa/Rocío. Nuestro cuento ha terminado. Nos quedamos con papá o mamá y le damos un fuerte abrazo.

Os queremos muchísimo y esperamos que os sirva para que tengáis un momento de tranquilidad, de sosiego y de disfrute personal.

Nos hemos imaginado una situación real, con personas reales, introduciendo un ejercicio de relajación, que ayuda a los niños a sobrellevar los momentos de estrés y a disuadirse de la rutina diaria en casa.

Este ejercicio debe ser progresivo en el tiempo de duración, es decir, el niño o la niña debe ir aumentando el tiempo que está tumbado, concentrado y relajado, en cada sesión.

Esperamos que sea de gran utilidad y no olvidéis que la relajación es una herramienta muy útil para toda la familia.

¡Animaros a practicar todos juntos!

Desde Gabinete Psicopedagógico ‘’Rocío Rosso’’ os mandamos ánimos para superar esta situación y derrotar al COVID-19.